lunes, 11 de agosto de 2014

MARCUS.

Hace menos de un mes, llegó a mi vida Marcus. 
Marcus Rodriguez tal vez haya cambiado mi forma de ver la vida para siempre.

Empecé a obsesionarme con la muerte este verano. "Polvo eres y en polvo te convertirás" todo empezó por eso. 
Una simple frase, con doble sentido hizo que me entrara una duda existencial. El pánico de pensar que no hay nada más allá de la muerte, que la gente se equivoca. Que miran la luna y piensan que el día que ellos dejen de existir todo acaba o continúa en otras personas, pero no. La realidad es que cuando tú mueras todo seguirá en sus sitio y que la vida continuará.

Andryi dijo que la vida es un juego, se gane o no.

Marcus tiene 29 años, mide 1'80, pesa 70kg, tiene la piel morena, los ojos color miel y las piernas muy peludas. Le gusta cocinar pasta, es un 10.

Su madre es mexicana, a su padre nunca lo conoció. Es interesante, apasionante, inteligente y con tema de conversación. Tiene las manos bonitas, poca vida social, vive en un piso compartido, es un entusiasta de la astrología.
Gracias a él sé que dentro de mí hay una estrella llamada Ashwini, que forma una constelación en forma de caballo. 
Es virgo, le aterrorizan los niños, es pésimo cuidando animales y plantas, tiene un humor negro verdaderamente inquietante, y sufre depresión hereditaria con tendencia al suicido desde que era niño.

Su historia me llegó al alma, me sentí terriblemente inquieta después de escucharla. Cómo se puede lidiar con la muerte día a día, hora a hora.

Me dijo que lo único que el quiere es SENTIR. La vida no le llama lo más mínimo la atención. ¿Se imaginan? ¿Tener su plato favorito delante y no disfrutarlo? Por poner un ejemplo.

Debe ser duro vivir sin querer vivir y sin sentirse vivo. 
Para mí Marcus no es un loco, ni un psicópata, ni un enfermo, para mí Marcus es un valiente. Un superviviente.

Es duro lidiar con alguien como él, el miedo a perderle. A que un día te levantes y ya no esté. Es duro, muy duro. Pero también muy egoísta querer alargar la vida de alguien que no quiere vivir más, sólo para no sentirte mal contigo mismo.

Pienso que le quiero, que le quiero a morir. Que tiene el poder de robarle el corazón a cualquier persona que le escuche.
Por eso yo no puedo permitirme el gusto de vivir triste, todo el mundo debería de tener un Marcus en su vida, para apreciarla. Para saber vivirla. 

Desde que conozco a Marcus, a un suicida, he perdido el miedo a la muerte. Sin motivos, sin explicaciones... simplemente así ha sido.

Tal vez tenga el razón, que en realidad solo somos estrellas, y la vida es una ilusión, pero desde luego, en el caso de que seamos polvo y nos convirtamos en polvo, es más bonito pensar que es polvo de estrellas.



 Dibujo hecho por Marcus el 5 de Agosto de 2014.

No hay comentarios:

Publicar un comentario